Amar al otro, sin amarse a uno mismo
Dado el transcurso del 14 de febrero, caracterizado por el
amor hacia la pareja, el otro o los otros, es importante mencionar la
importancia del amor propio, como la capacidad de dedicarse a si mismo, de
amarse a si mismo “sanamente”. Esta capacidad se puede encontrar dañada en personas
que proviene de familias disfuncionales.
El hogar es el primer espacio donde se configura el sano amor
propio, en la que los padres, cuidadores o quienes ejecuten el rol parental
jugaran un rol importante para la conformación de lo que conocemos como
autoestima positiva.
Sin embargo no es el único ingrediente, también se conjuga un
ambiente enriquecedor también será el espacio de formar un sano amor por uno
mismo, el cual puede darse por los espacios de socialización primarios, la
escuela, entre otros.
Para amar al otro se necesita un amor propio, si no se puede
confundir sumisión por amor. Y para darle amor a la pareja se tiene que amarse
a uno mismo. En otro caso, no se le puede dar amor.
Los problemas de pareja surgen en gran medida por una
ausencia o déficit o mal entendimiento sobre el amor propio y el como amar en
la relación hacia la pareja.
Para amar a la pareja se tiene que iniciar por tener amor a
si mismo.
Psicólogo Alvaro Silva
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