De la caja Boba al Smartphone. Formas de diluir los vínculos de familia y pareja
Hace unos
15-20 años atrás, donde una de las mayores explosiones de tecnología la
conformaban los televisores y sistemas de audio, principalmente la primera.
Esta captaba el mayor nivel de atención, se consolidaba como el núcleo de
atención de la familia, se convertía en niñera y se pronosticaba como el
elemento que disociaba a los miembros.
Sin
embargo, sus efectos negativos son ahora insignificantes en relación a los teléfonos
móviles inteligentes que están consolidándose como grandes generados de
problemas, precursores de conductas adictivas en niños; brindándose a estos un
celular, un Tablet, una consola de videojuegos, dispositivo electrónico que
genera comportamientos asociados al exceso de uso en menores de edad. Se permite
el uso por parte de la familia por diversos motivos. Sin embargo, uno de los
principales es para tenerlos “entretenidos”, dejando un tiempo mayor a los
padres, la cual se da sin dosificación y en muchos casos por horas.
Tan solo cabría
realizar un breve experimento con un niño acostumbrado a utilizar un teléfono móvil,
para el uso de los diversos aplicativos, y es del de suprimirle el uso por unas
horas, cabria observar sus cambios de comportamiento. Si estos son de placer o
de displacer. En el caso de que surjan las pataletas sin control, estarías ante
un problema de exceso de uso del dispositivo.
La
intromisión de los dispositivos virtuales, no queda solo en el exceso de uso
por parte de los niños, los problemas también se dan en la pareja y familia. En
el ámbito de pareja los dispositivos móviles (celulares) están generando
problemas no solo ligados a infidelidades, si no a desatender a la pareja, en
la que sus miembros centran su atención no en la pareja y familia, si no en el
uso en aplicaciones de redes sociales como Facebook, WhatsApp y YouTube
principalmente. Generando la sensación de soledad y aislamiento en el vínculo
de pareja como familia. Consolidando conflictos de relaciones entre sus
miembros.
Se hace
necesario dosificar el uso de los dispositivos móviles, su irrupción en la vida
cotidiana desorganiza la dinámica individual, como la pareja y familia;
desencadenando diversos conflictos de relación.
Los
mencionados son los nuevos problemas de la clínica infantil, de adultos, de
pareja y familia. Si bien el uso del dispositivo brinda soluciones inmediatas, también
genera problemas de la misma índole.
Psicólogo
Alvaro Silva Távara
C.Ps.P n°
7425
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