¿Qué es la hipnosis?
Al hablar de hipnosis se hace alusión al trance hipnótico, el cual es un estado alterado de la conciencia, y tiene como finalidad el de llevar a la persona hacia su propio mundo interno y acceso de recursos inconscientes. Es además una forma eficaz para contactarnos con el hemisferio cerebral derecho de los pacientes para el cambio de conductas en plazos relativamente breves.
Usos de la hipnosis clínica
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Control de hábitos
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Dejar de fumar
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Dolores crónicos de origen psicógeno
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Estrés
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Fobias concretas
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Cirugías: Pre Operatorios (Fenómeno de la
Anestesia)
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Regresiones terapéuticas
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Restructuración del conocimiento y actitudes
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Tics
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Trastornos de ansiedad
MITOS SOBRE LA HIPNOSIS
Cabe indicar los mitos erróneos sobre la hipnosis que son
los siguientes y se desarrollarán a continuación:
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Las personas hipnotizadas pierden la
consciencia.
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La hipnósis es una forma de sueño.
·
La hipnósis implica una pérdida de la voluntad.
·
La persona hipnotizada se encuentra bajo el
control del hipnotizador.
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En hipnosis uno puede recordar con exactitud
todo lo que le ha sucedido a lo largo de su vida.
·
El éxito para conseguir que una persona entre en
un trance hipnótico se debe al "poder" del hipnotizador.
·
Las personas no pueden hablar cuando se
encuentran en hipnosis.
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Las personas no pueden recordar qué pasó
mientras están hipnotizadas.
·
La hipnosis crea dependiencia del sujeto
respecto del hipnotizador.
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La hipnosis es una terapia.
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Las personas hipnotizables son mentalmente
débiles, incultas, crédulas o poco inteligentes.
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La hipnosis es peligrosa
·
Para ser hipnotizada la persona tiene que estar
relajada.
·
La persona hipnotizada si no se despierta puede
quedar en trance indefinidamente.
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La hipnosis implica siempre un mismo ritual
monótono de inducción.
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La susceptibilidad hipnotica no puede ser
mejorada.
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Funcionan solamente las sugestiones directas.
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Las personas hipnotizadas pierden la
consciencia.
La persona que se encuentra hipnotizada está en todo momento
consciente, si bien el estado consciente permite que ciertas sugestiones , y
siempre bajo su “aprobación”, pasen al nivel inconsciente. De este modo, aunque
el sujeto se esté dejando llevar por un proceso hipnótico, en el momento se le
sugieran experiencias, situaciones o cualquier cuestión que no sea acorde con
su modo de pensar, saldrá espontaneamente del trance.
Incluso en los niveles más profundos de trance (en la
terminología de la hipnosis clásica), el sujeto siempre mantiene un vínculo
auditivo con el hipnotizador. Además, existen como dos entidades dentro de la
mente del sujeto: una que es sigue las sugestiones y otra que está expectante,
como vigilando que es lo que está ocurriendo.
La hipnosis es una forma de sueño.
La muestra encefalográfica (EEG) de un paciente bajo
hipnosis muestra la onda alfa. La onda Theta cuando la persona se encuentra en
sueño fisiológico es de otra frecuencia mas lenta que la alfa. Sin embargo la
onda Beta cuando la persona esta despierta es mas rápida que la alfa . En hipnosis
la persona electroencefalográficamente no está ni dormida ni despierta. El
sujeto tiene inhibida la mayor parte de la conciencia EXCEPTO el oído. Es por
el oído que el operador se comunica para "extraer" información
negativa, y "entrar" información positiva. El hecho de que el oido se
mantenga activo, es lo que causa la diferencia en el EEG. Al mantener el oído
activo el paciente "sabe" lo que le estan sugeriendo. Si se le
sugiere que ejecute o haga algo en "contra" de sus principios no lo
hace. No se puede por ejemplo hipnotizar a un delincuente y obligarlo a que
narre información acerca del delito. Simplemente no libera esta información.
Sin embargo, cuando una persona acepta voluntariamente ser hipnotizado, por
ejemplo para superar un problema que le aqueja, entonces permite el acceso de
la información a su subconsciente y se puede utilizar dicho acceso para
producir la curación.
La hipnosis implica una pérdida de voluntad.
Igual que se indica en el mito numerado como 1, el hecho de
tener el control expectante, hace que el sujeto nunca pierda la voluntad.
La persona hipnotizada se encuentra bajo el control del
hipnotizador.
Implícito en todo lo indicado está que, si no pierde la
conciencia ni la voluntad, tampoco la va a ceder al hipnotizador.
De todos modos, en algunas intervenciones de M. H. Erickson
se pudo comprobar cuan manipulativo era para lograr sus fines, que realmente
eran los fines del paciente. Pero también existen casos en los que Erickson
admite que no puede intervenir porque el paciente no quiere realmente
“curarse”, y es un “profesional de la enfermedad”.
En hipnosis uno puede recordar con exactitud todo lo que le
ha sucedido a lo largo de su vida.
Si bien es cierto que se puede tener acceso a mucha
información del inconsciente, los recuerdos suelen ser completados con
imaginación. De este modo, se pueden tener hipermnesias, pero no hasta llegar a
la exactitud de todo lo sucedido a lo largo de la vida del sujeto.
El éxito para conseguir que una persona entre en un trance
hipnótico se debe al "poder" del hipnotizador.
Cualquier persona puede aprender a hipnotizar. No es precisa
una complexión, ni ser hombre o mujer, ni tener una voz cálida, ni unos
requisitos previos. De hecho, hay grandes hipnotizadores con una presencia no
especialmente impactante ni magnética, con voz chillona, que logran grandes
resultados.
Bien es cierto que la expectativa del sujeto puede hacer
que, ante un hipnotizador con cierta fama, esté más predispuesto a dejarse
“llevar” al trance, como le ocurría a Erickson.
Las personas no pueden hablar cuando se encuentran en
hipnosis.
Pueden, y de hecho hay un caso redactado de Milton Erickson
“El hombre de Febrero”, en el que la hipnoterapia se hace totalmente en forma
conversacional.
Las personas no pueden recordar qué pasó mientras están
hipnotizadas.
Esto es lo que se suele ver en la “hipnosis teatral”. Parece
verse que la persona, sin intervención del hipnotizador, no va a ser capaz de
recordar lo que ha ocurrido durante el trance, y cuando le indican que ha estado
haciendo tal o cual cosa, no lo reconoce como tal. La amnesia expontanea es muy
rara y puede ser inducida, aunque no con la exageración que se suele ver en
dicha hipnosis teatral.
De todos modos, es posible inducir amnesias.
La hipnosis crea dependencia del sujeto respecto del
hipnotizador.
Toda hipnósis es realmente una forma de autohipnósis (Teresa
García, Instituto Erickson de Madrid). Partiendo de este supuesto, el hipnotizador
se limitaría a crear el ambiente, la atmósfera, para que el hipnotizado vaya
naturalmente a su estado personal de trance.
Según Milton H. Erickson es “como una bola de nieve que uno
deja caer en una ladera nevada”.
La hipnosis es peligrosa.
La Hipnosis no es una práctica peligrosa cuando es
practicada por profesionales debidamente entrenados (Lynn, Martin, &
Frauman, 1996). Además, tal y como se ha explicado, es un proceso natural, que
suele ocurrir incluso de forma espontanea diariamente.
Para ser hipnotizada la persona debe estar relajada.
En teoría se parte de que hay que hacer una relajación total
del sujeto para que entre en estado de trance hipnótico. Inducciones que
enfatizan estar alerta son tan efectivas como aquellas que promueven
relajación. (Lynn, Neufeld, & Mare, 1993)
Esto se puede observar sobretodo en la hipnosis teatral,
cuando no se trata de sujetos previamente hipnotizados o altamente
sugestinoables, en cuyo caso el hipnotizador lo que hace es gritar al sujeto y
hacerlo salir delante de las cámaras. El sujeto se ve tan apabullado que su
consciente queda bloqueado, de tal suerte que sigue las sugestiones que el
hipnotizador le imparte.
Erickson tropezó una vez con un señor en una esquina,
provocando el sobresalto de ambos. Ante esta situación, Erickson le dijo la
hora (una hora que no era la real), y pudo comprobar que aquel se había quedado
prácticamente inmóvil, como en un estado de trance. Este suceso, unido con el
que le ocurrió con un estudiante que estaba con él, en el que este había
apostado que erickson haría la parte difícil de un experimiento y erickson con
una técnica hizo que el estudiante hiciese la parte difícil, provocó que
erickson estudiase a fondo el efecto de la confusión en las tecnicas de
inducción rápidas.
La persona hipnotizada si no se despierta puede quedar en
trance indefinidamente.
Aquí se supone que el hipnotizado no podrá salir del trance
hipnótico, lo cual es falso. Ahí se suscita la pregunta ¿y que pasaría si
mientras estoy hipnotizado se muere el hipnotizador? En el peor de los casos
que el paciente olvide como salir por si mismo del trance, y que el terapeuta
por razones ajenas a su voluntad no pueda sacarlo del trance, el paciente
pasará automaticamente del sueño hipnótico al fisiológico y despertará solo,
sin ningún tipo de “secuela”.
La hipnosis implica siempre un mismo ritual monótono de
inducción.
En la hipnosis antigua, era así. Incluso la denominada
“hipnosis clásica” también segúia el mismo proceso. Pero actualmente, la
hipnosis se está volviendo cada vez más flexible, en especial la ericksoniana
que es tan flexible como personas sean hipnotizadas.
¿Funcionan solamente las sugestiones directas?
En la hipnosis más antigua, solían utilizarse sugestiones
directas. Había una gran cantidad de sujetos que solían responder bien a estas
sugestiones directas. Entonces se indicaba que el sujeto era “hipnotizable”. De
este modo, existían pocos sujetos altamente hipnotizables y pocos sujetos nada
hipnotizables.
Actualmente, la hipnosis ha adoptado diferentes formas de
sugestión, siendo directas cuando el sujeto responde bien a estas, o más
indirectas cuando no responde bien a las directas. De este modo, desaparece el
concepto de hipnotizabilidad en el sentido de que, de forma directa o
indirecta, todos somos hipnotizables. El enfoque indirecto fue especialmente
estudiado por Erickson.
Se puede concluir por tanto que tanto las sugestiones
directas como las mas indirectas o permisivas funcionan
(Lynn, Neufeld & Mare, 1993)
La susceptibilidad hipnótica no puede ser mejorada.
Puede ser modificada y mejorada. (Gfeller, 1993). De hecho,
aun los sujetos mas analíticos y resistentes, en sesiones sucesivas aumentan su
susceptibilidad y van profundizando cada vez mas. Además, cuando un sujeto
experimenta que tiene fenómenos hipnóticos (desde una simple relajación hasta
una catalepsia, o una amnesia respecto de lo ocurrido en la sesión), suele
ocurrir que la susceptibilidad hipnótica es mejorada sustancialmente.
En un experimento realizado a raíz de las intervenciones en
masa de “sanadores” como Benny Hinn, se pudo comprobar que incluso
introduciendo falsos efectos hipnóticos (como son, indicar que se va a oir una
musica y poner realmente esa música, no siendo una alucinación, o indicar que
se va a poner la habitación de color rojo y hacer que los tonos de luz sean
realmente rojos, la susceptibilidad hipnótica aumentaba considerablemente,
aunque posteriormente se explicase al sujeto que había sido intencionadamente
realizado y no era una alucinación auditiva ni visual).
Mg. Álvaro Silva Távara
Psicólogo - Psicoterapeuta
Trainer en PNL
Lima - Perú