Infidelidad y crisis en las relaciones de pareja
Si exponemos que todos los hombres son infieles,
encontraremos que la premisa es falsa, existen hombres que son fieles, de igual
forma si planteamos que todas las mujeres son infieles, encontraremos que también
es falso aquello.
En ambos casos encontramos hombres y mujeres fieles como
infieles. Lo cual, si cumple como una regla, muy actual en nuestra sociedad
peruana, expresado en relaciones de pareja y en los discursos de consultantes del
servicio de terapia del consultorio psicológico.
Las infidelidades vienen por ambos lados, sobre la
frecuencia de los casos de infidelidad, si son más infieles en nuestro país hombres
o mujeres, no tenemos investigaciones al respecto y si algún psicólogo decidiera
hacerla, entramos a un tema tabú, la de expresar que se ha sido infiel y se
traiciono la confianza depositada por el otro, ya que es la conclusión o por
parte de la conclusión a la que le atribuyen aquellos miembros que fueron víctimas
de una infidelidad en la relación de pareja. Por lo que se debería tomar con
pinzas la información recabada, en el asumir un rol de ser infiel o no.
Lo que si se observa en la consulta psicología en las
parejas jóvenes y sin hijos, quienes han sido víctimas de una infidelidad: una mayor tendencia hacia la separación en el
vínculo de pareja, asistiendo a terapia porque aún les queda el afecto de la relación como los proyectos en conjunto
que conllevaban, en otros casos, existen miembros que han sido infieles siguen
en la relación a pesar de no desear a la pareja para evitar el concluirla,
esperando que el otro miembro decida cortar y evitar la confrontación. En este
sentido cabria preguntarse si: ¿Aun se aman? ¿Qué los une?
En parejas de mayor edad y con familia, son pocas las que
contemplan la separación por la infidelidad, expresan amor a sus familia y lo
que representa a pesar de las dificultades que estas puedan tener, asisten al
proceso de terapia de pareja mayormente ante el peligro de desintegración
familia, los proyectos, las implicancias familiares como con los hijos,
empresas conjuntas, amigos en común, vínculo laboral, bienes, etc.
En otros casos se da infidelidad por un agotamiento en la
pareja: discusiones frecuentes, debilitamiento del vínculo, malestares,
reproches, peleas, agresiones físicas y verbales, desatención, perdida del deseo hacia el otro, vulnerabilidad
de uno de los miembros ante los conflictos.
La
infidelidad al ser descubierta genera sufrimiento en ambos lados.
¿Una pareja puede superar una infidelidad?, la respuesta es
si y no. Va a depender por ejemplo de que tan deteriorada se encuentre la relación,
si ambos desean rearmar la relación, si queda aún existe relación para unir o
explorar que es lo que los une.
El
retomar una relación posterior a una infidelidad si se puede, toma su tiempo. De los diversos casos
atendidos no existe: el borrón y cuenta nueva, ni voltear la página, ni olvidar
todo.
Lo que
existe es que se cosecha lo que se sembró, un miembro que es víctima de
infidelidad va a sufrir y es herido y quien la genero debe de prepararse para
la crisis que se avecina, además de los cambios de comportamiento que son
inherentes al proceso. El retomar la confianza por la infidelidad es un proceso
que se da en el día a día, para re- construir
la relación y las buenas intensiones son siempre observadas, solicitándose frecuentemente acciones para la mejora de la relación,
surgen pedidos diversos que se abordaran en el espacio de terapia de pareja, necesidades,
ausencias, etc. En estos es importante el acompañamiento de un profesional psicólogo,
que acompañe a la pareja, además de brindar una tercera mirada, externa al
proceso, como atención psicológica tanto a la relación como a quien la requiera
producto de la crisis.
 |
INFIDELIDAD EN LAS RELACIONES DE PAREJA |